Los espacios de trabajo colaborativo o flexible, comúnmente conocidos
como “coworking”, vivirán una depuración causada por la pandemia del
coronavirus que, sin embargo, llevará a su fortalecimiento a mediano y largo
plazo, según un estudio de la firma especialista en bienes raíces y gestión de
inversiones JLL.
De acuerdo con el documento, elaborado por el equipo de investigación
de la consultora, países como Colombia están “ante una transformación del rol
de las oficinas” y, si bien, el teletrabajo “no es necesariamente una amenaza,
sino un complemento que promoverá mayor flexibilidad”, este modelo que ha
ganado popularidad en los últimos años tendrá cambios significativos que le
permitirán fortalecerse en los próximos años.
“Múltiples actores del mercado supieron beneficiarse durante la última
década de la acelerada demanda de pequeñas y grandes empresas por una oferta de
espacios corporativos flexibles. Muchos de estos beneficiarios no sobrevivirán
la actual crisis”, explicó Rodrigo Torres, Capital Markets Consultant Research
de JLL Colombia y autor del informe.
“Sin embargo, el modelo de espacios flexibles será aún más atractivo en
el mediano y largo plazo. Esto significa que serán otros quienes cosechen los
beneficios de la siguiente ola de este ‘flight-to-flex’ en el mercado de
oficinas”, matizó el experto.
Según JLL, “el modelo de espacios flexibles tiene el potencial para
responder a los retos que esta transición implica”, aunque los retos
financieros que la coyuntura ha traído para las empresas generará una baja en
las firmas que se dedicarán a un negocio que prosperó en los últimos años.
“En Colombia este tipo de espacios se ha popularizado desde hace menos
de una década, a partir exactamente de 2016, jalonado por la acelerada
expansión de WeWork. El inventario de espacios flexibles en el país supera los
100.000 m2, equivalentes a poco menos de 4 % del mercado de oficinas”, concretó
Torres.
En el reporte, JLL destaca que,
a pesar de la baja de la oferta, el sector
de espacios colaborativos goza de una fortaleza consumada en los últimos
y prevé que un repunte de este modelo en los próximos años.
Tendencias del Coworking, más allá de la pandemia
Para entender mejor el impacto del COVID-19 en el segmento de espacios
flexibles, la consultora considera que es clave separar los cuestionamientos
sobre el modelo como tal de la situación de algunas empresas dedicadas al
negocio:
De un lado, este modelo de negocio se basa en el arbitraje de rentas:
tomar espacios en arriendo a largo plazo y recibir ingresos por membresías de
corto plazo. Así, los contratos de estas compañías con los propietarios de los
edificios pueden superar los 10 años a cambio de cánones competitivos e incluso
financiación de adecuaciones y las
membresías, principal fuente de ingresos, usualmente tienen plazos que varían
entre tres meses y un año.
“Esta combinación genera evidentes riesgos (detectados antes de la
pandemia) y reduce el margen de maniobra en una coyuntura económica retadora
como la actual”, considera Torres.
En segundo lugar, el choque por cuenta del COVID-19 llegó en una fase
de maduración del negocio, pues en los últimos años el mercado de oficinas de
Bogotá estuvo marcado por una abundante oferta, lo que permitió a los
“coworking” crecer de forma acelerada y acceder a condiciones contractuales
favorables.
“Dicha expansión se había empezado a desacelerar pues estas compañías
se estaban enfocando en llenar y rentabilizar estas sedes. Cabe anotar que, en
los primeros años de operación del negocio en el país, ofrecieron precios muy
competitivos a sus clientes grandes y pequeños”, explicó el investigador.
En esa línea, se analizó cuáles son los elementos que serán
predominantes para el futuro del modelo. El primer aspecto que resaltará será la necesidad de
implementar espacios caracterizados por la flexibilidad y que además, cuenten con los protocolos de biodeguridad
necesarios.
“Esa tendencia de flight-to-quatlity se mantendrá y las empresas
seguirán apostando por infraestructura eficiente y sostenible. A esto se suma
que, aún en un escenario “post tratamiento”, la seguridad e higiene tendrán un
mayor protagonismo que en el pasado”, destacó Torres.
Adicionalmente, será fundamenal el diseño de los espacios, en el que no
solo se trata de contar con puestos de trabajo no exclusivos (hot desks), sino
de la implementación de diversos elementos que hacen parte del portafolio de
espacios flexibles modernos.
“El aparente éxito del home office y su inclusión en los esquemas de
trabajo harán que el tiempo en la oficina tenga un mayor énfasis en tareas como
coordinación, socialización, mentoring y monitoreo de objetivos, elementos que
van de la mano con la oferta de valor de los espacios flexibles”, menciona el
informe.
Por último, el informe destaca que la flexibilidad contractual y la
descentralización laboral serán claves para el éxito en Colombia de los
Coworking.
“Incluso ante la aparición de una vacuna o tratamiento efectivo, buena
parte de las empresas, en especial aquellas con mayores dificultades
financieras, seguirán atraídas por la posibilidad de suscribir contratos de
corto plazo pero que les brindan las condiciones y estándares que requieren
para sus espacios”, concretó Torres.
Para JLL, en definitiva “los espacios flexibles brindan una alternativa
llamativa para que las empresas cuenten con mayor liquidez en su portafolio de
oficinas, ofreciendo alternativas más allá de una sede central”.
Si desea conocer el estudio en su totalidad, con más datos, cifras y
conclusiones relevantes, consulte el documento adjunto o en este link.
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