Casi un año después del regreso de la fiebre de FaceApp y el hashtag
#faceappchallenge, una nueva aplicación ha llegado a las redes sociales: Voilá
Al Artist, la cual permite a las personas convertir sus selfies en dibujos en
3D.Ante la creciente popularidad de
esta aplicación, los expertos de Kaspersky recuerdan que es importante conocer
lo que implica el uso de la tecnología de reconocimiento facial, así como el
otorgar accesos de privacidad a apps. Una reciente encuesta de Kaspersky reveló que ha habido una mejora
significativa en el interés de los colombianos sobre el uso y protección de sus
datos personales: 69% afirma leer los permisos y accesos antes de descargar una
app; un incremento de 38 puntos porcentuales en tres años, si se compara con la
del 31% que dijo leer estas condiciones en 2018. Esta es una buena noticia ya
que, con el crecimiento continuo de datos personales que se comparten en
Internet y reportes de filtración de datos, ahora no es el mejor momento para
bajar la guardia, pues una actitud despreocupada o trivial hacia la privacidad
podría convertir a los usuarios en un objetivo fácil para los
ciberdelincuentes. Al analizar los términos de privacidad de Voilá Al Artist, los expertos
de Kaspersky señalan la cláusula que dice que las fotos subidas a la aplicación
pasan a ser propiedad de la empresa. Sin embargo, un indicio positivo es que la
aplicación cuenta con su propio modelo de monetización, con anuncios y ofertas
pagas dentro de la app, señal de que el interés comercial, como la venta de las
fotos recopiladas, no es el objetivo principal. Según los expertos, los más
probable es que las imágenes se usen para el entrenamiento de tecnologías de
Inteligencia Artificial y reconocimiento facial, como sucedió en los últimos
años con FaceApp. “Algo que las personas deben evaluar es que, hoy en día, el uso de
tecnologías de reconocimiento facial para la autenticación de cuentas y
servicios va en aumento, ya sea para desbloquear un teléfono móvil o acceder a
la cuenta de banca en línea. Pese a que estas empresas usen las imágenes de
manera legítima, las bases de datos donde son almacenadas pueden ser blanco de
ciberataques, poniendo en jaque nuestra identidad y privacidad”, advierte Fabio
Assolini, analista senior de seguridad en Kaspersky. Según Assolini, una vez que las imágenes pasan a ser propiedad de la
empresa que las recopila, esta tiene la responsabilidad de protegerlas y
asegurar que los ciberdelincuentes no tengan acceso a ellas. Sin embargo, la
mayoría de estos datos se almacenan en servidores de terceros y se procesan en
la nube. De hecho, a finales de 2019, Kaspersky detectó que 37% de las
computadoras, tanto servidores como estaciones de trabajo utilizadas para
recopilar y almacenar datos biométricos, como huellas dactilares, plantillas de
rostro, voz e iris, y que tenían instalados productos de la compañía, registró
al menos un intento de infección de malware. “Ya que el nivel de protección aplicado varía para cada empresa, es
importante tener en mente los riesgos e implicaciones que puede conllevar el
compartir o autorizar el uso de datos biométricos o nuestra información
personal antes de hacerlo”, agrega el analista. Para tener una vida digital más segura, Kaspersky recomienda:
Antes de descargar una aplicación, comprueba quién es el desarrollador.
Las aplicaciones fraudulentas suelen utilizar nombres de personas o el nombre
de empresas falsas.
Siempre descarga la aplicación de las tiendas oficiales, ya que pasan
por un control que reduce las posibilidades de encontrar programas maliciosos.
Lee la declaración de privacidad y los permisos requeridos en el
proceso de instalación para averiguar a qué información tendrá acceso la
aplicación. Toma una decisión consciente.
Trata el reconocimiento facial como una contraseña y se cauteloso con
quién y dónde la compartes.
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