Imagen: Altafonte – 2021

Alex Ferreira cerró la gira de su elogiado álbum Canapé en el Teatro Esperanza Iris de la Ciudad de México. Entre las sorpresas de aquella noche incluyó "Lo Tuyo No Tiene Madre", un tema inédito hasta entonces, que interpretó junto a la artista argentina Daniela Spalla. Desde ese día tan especial, a Alex le quedó la ilusión de grabarlo en estudio con ella.
 
Para su nuevo disco, TANDA, el dominicano registró esa canción individualmente, pero aquel deseo de colaborar con Spalla (una de sus grandes amigas de la escena musical en México) nunca se apagó. Por ello, luego de la grata recepción que ha tenido TANDA, tras su estreno en febrero, Alex inicia una serie de lanzamientos en formato acústico de algunos tracks del álbum y la madrina es Daniela. Esta nueva versión se grabó (al igual que TANDA) en el Desierto Casa-Estudio y la mezcla la realizó el propio Alex.
 
TANDA, el flamante nuevo ejercicio discográfico del artista dominicano residente en México y uno de los primeros grandes álbumes de la música latinoamericana en lo que llevamos del 2021, es un devocionario de mil colores de ese pop de autor que se funde con ritmos como la bachata, la salsa o el folclore centroamericano; pero también un ejercicio que posiciona a uno de los artistas más prolíficos y ascendentes de la música latina como uno de esos trovadores capaces de proyectar un código genético tan respetuoso con la tradición como vanguardista en sus formas.
 
TANDA está conformado por trece temas, y fue grabado en El Desierto Casa-Estudio por Daniel Bitrán y Jc Vertti, en donde Alex Ferreira juntó a un grupo de músicos unidos por la escena alternativa musical de México para una serie de sesiones producidas, respectivamente, por Gustavo Guerrero, mejor conocido por su faceta en solitario como Augusto Bracho y cómplice en el escenario de Natalia Lafourcade como su guitarrista; así como al músico y productor Matías Cella, quien ha trabajado con artistas como Jorge Drexler, Kevin Johansen, Kanaku y El Tigre o Juana Molina.
 
Además, suma las destacadas voces de Silvana Estrada y Laura Itandehui, quienes contribuyeron a ponerle una armonía particular a la grabación.
 
Para darle un espectro musical aún más caribeño y crear canciones rítmicamente más movidas, Guerrero incluye la participación del veterano de salsa y mambo César Pacheco; provocando un engranaje que procuró fluidez a la ejecución de las percusiones. Además, Ferreira viajó a su tierra natal para grabar con Otoniel Nicolás, un maestro de la percusión afro-antillana completando así la esencia caribeña de este trabajo.