Imagen: MasterCard – 2020
Según la última investigación realizada por Americas Market
Intelligence en asociación con Mastercard, 40 millones de personas en América
Latina se han bancarizado en los últimos cinco meses y este objetivo no se
puede lograr simplemente otorgando a los consumidores acceso a diferentes
productos. La verdadera inclusión es un viaje que evoluciona junto con la vida
financiera del consumidor y que hará que los usuarios de la banca digital se
incluyan financieramente.
A raíz de la pandemia la falta de inclusión financiera se hizo más
evidente pero de alguna forma también impulsó a las personas a “digitalizarse”
haciendo uso de servicios bancarios de forma online. El COVID-19 obligó a que
la sociedad en completo estuviera en línea. Dado que las condiciones de
cuarentena obligaron a millones de consumidores a adoptar comportamientos
digitales por primera vez, incluyendo el comercio electrónico y la banca, la
pandemia representa claramente una oportunidad sin precedentes para transformar
el estado de las finanzas digitales en América Latina, brindando nuevas
posibilidades a la población más vulnerable de la región.
El estudio recalca cómo el desarrollo de la inclusión financiera
significa eliminar barreras como tarifas y restricciones elevadas, aumentar el
valor de los productos y servicios al consumidor, una mayor educación digital y
financiera, así como una mejor experiencia general del usuario, para construir
una base de confianza para el futuro. En los últimos años, surgieron jugadores
no tradicionales -como los neobancos y las billeteras digitales- que
contribuyeron a cerrar la brecha de inclusión en Latinoamérica. Los neobancos
propician el uso de de servicios financieros digitales al reducir y eximir
tarifas, facilitar los requerimientos para abrir una cuenta bancaria y ofrecer
una experiencia móvil completa.
“La inclusión financiera ayuda a las personas a prosperar
proporcionándoles las herramientas necesarias para lograr seguridad financiera,
ser más productivos y vivir de manera más estable con vidas saludables y
satisfactorias. A largo plazo, puede significar la diferencia entre la
prosperidad y la pobreza”, Kiki del Valle, vicepresidente Senior para Alianzas
Digitales, América Latina y Caribe, Mastercard
El estudio de Americas Market Intelligence, muestra que los primeros
subsidios gubernamentales han sido fundamentales para el creciente acceso al
sistema bancario. El programa
Coronavoucher (Brasil), el Ingreso Solidario (Colombia) e Ingreso Familiar de
Emergencia (Argentina) forzaron usuarios que previamente utilizaban solo el
efectivo a abrir una cuenta bancaria. El estudio afirma que gracias a los
programas de beneficios sociales durante el COVID-19, la población no
bancarizada en toda América Latina se habrá reducido en un 25 por ciento.
En un segundo plano, la cuarentena cambió los hábitos de consumo de las
personas y estimuló el comercio electrónico. Los consumidores latinoamericanos
adoptaron rápidamente las diversas opciones de pago dentro de las aplicaciones
bancarias y billeteras digitales, como el pago de facturas, el comercio
electrónico, las recargas móviles, y especialmente los pagos de persona a
persona, que se han duplicado desde que comenzó el bloqueo. Y, por último, pero
no menos importante, la pandemia también está cambiando las actitudes hacia la
planificación a largo plazo: el enfoque del ahorro, que tradicionalmente se
asocia con la riqueza, se ha extendido a los hogares de bajos ingresos.
Debido a los beneficios sociales y la disponibilidad de la banca
digital, 40 millones de personas en América Latina se han bancarizado en los
últimos cinco meses. Ha llegado el momento de centrarse en estos consumidores,
porque se encuentran en un punto muy frágil en el que apenas están conociendo
la plataforma online de su banco. Para evitar el riesgo de retroceder en la
escala de inclusión, las instituciones financieras deben proporcionarles
productos y funciones desarrollados a partir de un enfoque centrado en el
cliente. Pero si la inclusión financiera universal es nuestro objetivo como
sociedad, todavía tenemos un largo camino por recorrer.
0 Comentarios