Los vehículos que van a velocidades desde 88 km por hora son un ejemplo
de las plataformas de procesamiento en el Edge. Actualmente se está invirtiendo
miles de millones de dólares en investigación y desarrollo de vehículos
autónomos dotados de Inteligencia Artificial (IA) y algoritmos de aprendizaje
automático que puedan responder a eventos en tiempo real. Estas tecnologías
pueden dar a un vehículo la capacidad de automatizar una gran cantidad de
trabajo manual que anteriormente ha requerido de la intervención humana, esto
permite detectar personas y automóviles cerca del vehículo, mantener el coche
en su carril, cambiar de carril y seguir el GPS para llegar al destino.
Sin embargo, hacer realidad esto es un desafío. Los modelos de IA para
permitir que un vehículo se conduzca por sí mismo en tráfico pesado deberán
analizar datos generados por algoritmos de visión en tiempo real. Actualmente,
se entrena a los modelos de IA en el uso de unidades de procesador gráfico
(GPU) ejecutados en la nube. La instalación de GPU en un vehículo tiene un
costo prohibitivo en este momento y requiere de bastante potencia, pero se está
trabajando en una nueva generación de procesadores optimizados para entrenar
modelos de Inteligencia Artificial en plataformas de procesamiento en el Edge.
Mientras tanto, se utilizan algoritmos de aprendizaje automático para
hacer que la conducción sea más segura. Por ejemplo, se está integrando una
nueva generación de sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS) con
vehículos que utilizan datos recopilados mediante redes inalámbricas 5G que se
analizan en la nube mediante algoritmos de aprendizaje automático.
Actualmente, la mayoría de los vehículos cuentan con sistemas de
asistencia al conductor; sin embargo, la próxima generación de estas
plataformas podrá actualizarse continuamente a medida que se disponga de más
datos sobre condiciones de conducción, ubicación de baches y mapas de alta
definición. Por supuesto, las unidades de control electrónico (ECU) integradas
en estos vehículos deberán ser más potentes de lo que son ahora. A medida que
las tecnologías de IA avanzan, estas ECU requerirán más memoria, almacenamiento
local y capacidades de procesamiento más rápidas.
ADAS es el comienzo de una digitalización masiva, de acuerdo a una
encuesta a 318 profesionales de tecnología de la industria automotriz global
realizada por Dell Technologies y Wards Auto, se concluyó que el motivo
principal por el que los fabricantes de vehículos se enfoquen en las ECU de
próxima generación es que desean brindar una integración continua y capacidades
de prestación de servicios. Los fabricantes desean aprovechar la nueva era de
desarrollo de software basado en microservicios que facilitará la actualización
de las aplicaciones que se ejecutan en ECU mediante una conexión de red 5G.
Gracias a la tecnología, la industria automotriz puede limitar costos de
desarrollo y mantenimiento y, al mismo tiempo, ajustar y cumplir con normativas
y estándares de seguridad.
Según la encuesta, entre hoy y el 2025, 45% de los encuestados,
implementarán una nueva arquitectura en los vehículos y 46% afirmó que esas
plataformas ejecutarán algún tipo de software basado en arquitectura orientada
a servicios. Es importante recordar que las decisiones sobre las capacidades de
los vehículos que se utilizarán a mediados de esta década se están tomando
ahora.
La recesión económica provocada por la pandemia desafió a la industria
automotriz. La IA combinada con las ECU de próxima generación que ejecutan
software interconectado con servicios en la nube a través de una red
inalámbrica 5G de alta velocidad pronto transformará la experiencia de
conducción y la de entretenimiento en los vehículos. A medida que la economía
se recupere, es cuestión de tiempo para que se comience a visitar las salas de
exhibición, en persona o en línea. Y cuando lo hagan, buscarán vehículos que
les brinden una experiencia de usuario que esté a la altura de las que tienen
con otros productos electrónicos de consumo.
Después de todo, la Transformación Digital impacta todos los aspectos
de nuestras vidas, y la movilidad no es una excepción. La oportunidad y el
desafío para la industria automotriz es lograr que la experiencia de conducción
sea más atractiva, segura y gratificante. Con un socio tecnológico sólido como
Dell Technologies, los actores de la industria automotriz están más cerca de
ofrecer un futuro autónomo.
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