Imagen: Trend Micro – 2021
La nube es el punto de inicio del mundo digital para la transformación,
innovación y agilidad. Su inmensidad y potencia permiten a las empresas y
organizaciones mantenerse al día con las demandas de sus altos recursos y les
permite acceder a datos de función crítica en cualquier momento y lugar.
Con el 85 % de las empresas en todo el mundo que utilizan la nube para
almacenar grandes cantidades de información, se ha demostrado su valor
imperativo, especialmente durante la pandemia Covid-19. El 87 % de los
tomadores de decisiones TI globales atribuyen el rápido cambio a la nube por la
crisis de salud global imprevista: un movimiento que resulta útil para la
resiliencia económica.
Gracias a la nube, las empresas y organizaciones pueden mantener a la
mayor parte de sus empleados trabajando desde casa. De hecho, incluso después
de la pandemia, se espera que el número de empleados que trabajan desde casa
(el cual se ha cuadriplicado) seguirá siendo mayor que el número en años
anteriores. Hoy en día, las organizaciones ya se están preparando para un mundo
en el que la nube está primero. Sin embargo, con un número considerable de
personas que trabajan de forma remota y acceden a la nube desde diferentes
partes del mundo, el problema de la visibilidad en la ciberseguridad
empresarial se ha vuelto más evidente. En este contexto, en un mundo en el que
la nube se ha convertido en una prioridad, ¿cómo pueden las empresas priorizar
su visibilidad?
Amenazas posteriores a la migración y riesgos de seguridad en la
nube
Aquellos que ya han migrado a la nube ahora disfrutan de una mayor
conectividad, productividad y eficiencia. Sin embargo, hay muchas cosas que se
pueden hacer en la nube, como almacenamiento de datos, análisis de big data,
desarrollo de aplicaciones y software, funcionalidades de transmisión de video
y audio, las cuales podrían causar muchas brechas. Para mantener la seguridad
sólida, las empresas deben estar al tanto de todo lo que necesitan proteger.
Uno de los desafíos que afectan la visibilidad es tener grupos dispares
de recursos informáticos. La mayoría de las organizaciones utilizan distintos
proveedores, cuentas y servicios en la nube además de sus centros de datos
locales. De hecho, cuatro de cada cinco empresas tienen dos o más proveedores
de infraestructura como servicio (IaaS) o plataforma como servicio (PaaS).
Así mismo, la generación de múltiples servicios no seguros (también
conocidos como TI en la sombra) es otro riesgo de seguridad que afecta la
visibilidad. En 2019, antes de la pandemia de Covid-19, un informe de la empresa
de software Igloo indicó que el 50% de los empleados utilizan aplicaciones e
infraestructuras que no están aprobadas por sus empresas para realizar tareas
relacionadas con el trabajo. A medida que un gran número de empleados comenzó a
cambiar sus configuraciones de trabajo desde casa debido a la pandemia en 2020,
muchos de ellos recurrieron al uso de dispositivos personales para trabajar.
Por otro lado, los equipos de seguridad también pueden desconocer todos
los entornos virtuales que se están generando. Como resultado, es posible que
no puedan aplicar todas las protecciones necesarias. Así que, debido a
configuraciones muy permisivas y malas prácticas de codificación, las API que
podrían contener datos confidenciales podrían quedar expuestas para que los
atacantes malintencionados se aprovechen de ellas. Igualmente, el desarrollo de
aplicaciones nativas de la nube también podría provocar un aumento en el uso y
la dependencia de bibliotecas de terceros.
¿Cómo ganar visibilidad y
seguridad en un mundo en el que la nube se prioriza?
La nube es un avance tecnológico extremadamente ventajoso. Sin embargo,
también involucra complejidades y consideraciones de seguridad, especialmente
en un momento en que el trabajo remoto es desenfrenado y la dependencia de la
nube para la automatización y la escalabilidad es la norma. Para aprovechar al
máximo lo que la nube puede ofrecer, a continuación podrá encontrar algunas
recomendaciones de seguridad:
- Emplee el principio de privilegio mínimo: Los usuarios solo deben tener
el derecho de acceso mínimo necesario o el permiso que se requiere para sus
tareas.
- Adherirse al modelo de responsabilidad compartida: Los datos alojados
en la nube no deben percibirse como recursos automáticamente protegidos contra
amenazas y riesgos.
- Fortalezca la seguridad del correo electrónico, la puerta de enlace, el
servidor y la red. Las vulnerabilidades en aplicaciones, sistemas operativos y
plataformas pueden explotarse a través de redes inseguras: Los parches
virtuales pueden ayudar a defender redes, cargas de trabajo, servidores y
contenedores contra ataques de día cero, filtraciones de datos y ataques de
ransomware.
- Proteja puntos finales, dispositivos de Internet de las cosas (IoT) y
redes domésticas: Dado que los empleados trabajan de forma remota, es
importante que las empresas se aseguren de utilizar máquinas, dispositivos y
redes seguras para todas las tareas relacionadas con el trabajo.
- Establezca un programa de monitoreo continuo: Las organizaciones deben
seleccionar una metodología de seguridad que mejor se adapte a las demandas de
su arquitectura en línea. Esto ayudará a las organizaciones a analizar
sistemáticamente las necesidades de seguridad de su sistema e infraestructura al
monitorear regularmente los controles existentes.
- Ejecute el modelo de confianza cero: El concepto de seguridad de
confianza cero básicamente impide que las organizaciones confíen
automáticamente o que otorguen acceso a los usuarios en un sistema basado en el
perímetro.
Es innegable el papel protagónico que la nube ha adquirido en el nuevo
entorno de trabajo remoto, la nube se ha transformado en un elemento clave para
el mundo digital, aportando innumerables beneficios para la transformación,
innovación y agilidad empresarial, sin embargo, resulta muy importante no
perder de vista los riesgos inmersos en este nuevo entorno de trabajo digital.
Lo invitamos a evaluar su infraestructura en la nube y a poner en práctica
nuestros consejos de seguridad, recuerde que la nube puede convertirse en su
más grande aliado si se emplea de forma adecuada, es decir garantizando la
eficiencia de su negocio sin perder la visibilidad y protección de su
infraestructura.
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