Imagen: Scotiabank – 2021
El juego es el mejor escenario para desarrollar el infinito potencial
de la niñez y la juventud. Bajo esa convicción Scotiabank y One World Play
Proyect, han entregado en varios países de América Latina, balones rojos
indestructibles para que los niños, niñas y adolescentes tengan siempre la
oportunidad de jugar.
Este año la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en
Colombia, se unió a esta causa y junto a estos dos grandes aliados, hizo
entrega de 200 balones capaces de resistir a los daños, las condiciones del
clima y los más difíciles terrenos de 17 municipios de Colombia.
Jugar transforma realidades y desarrolla en los niños y niñas habilidades
y capacidades físicas, emocionales y sociales para la vida. Asimismo, es una
oportunidad inmejorable para formar y fortalecer vínculos y lazos de paz,
amistad y solidaridad entre las familias, comunidades y territorios. Por ello
Scotiabank ha definido la inclusión y la inversión social, en este caso a
través del deporte y el juego, como una de sus líneas de trabajo en el marco de
su Estrategia de Responsabilidad Social Corporativa.
“En Scotiabank Colpatria apoyamos orgullosamente cada gol dentro y
fuera de las canchas, como parte de nuestro compromiso con las familias y
comunidades colombianas, el proyecto de balones rojos indestructibles busca
motivar a niños y jóvenes a través de un símbolo que los inspire a superar
desafíos y adversidades, lo cual hoy es más necesario que nunca”, aseguró Jaime
Alberto Upegui, presidente de Scotiabank Colpatria.
Con esta entrega, la falta de balones no volverá a ser motivo para
detener el juego. Los balones rojos indestructibles, diseñados por One World
Play han sido puestos a prueba en innumerables escenarios y circunstancias,
demostrando que nunca se desinflan, ni necesitan aire, aún si están perforados.
Este balón, creado en 2001, ha llegado a 185 países en África, Europa, Asia y
América, gracias a la unión de esfuerzos entre la empresa privada, la
cooperación internacional y la sociedad civil.
“El juego y las actividades recreativas son un derecho fundamental de
la niñez. Por eso, desde la OIM seguiremos trabajando de la mano de grandes
aliados para apoyar estas iniciativas y seguir contribuyendo a la prevención de
la vulneración de los derechos de los niños y a su protección”, afirmó Ana
Durán Salvatierra, Jefe de Misión del OIM en Colombia.
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