Al mismo tiempo, la pandemia global de COVID-19 brindó una perspectiva
inesperada de lo que sucede cuando nos unimos para alcanzar un objetivo común.
Los bloqueos de distanciamiento social universal trajeron un aire más limpio en
las principales ciudades y redujeron las emisiones de carbono en todo el mundo,
como lo muestra el gráfico a continuación. Los científicos del clima estimaron
que las emisiones de CO2 se redujeron en 2.4 mil millones de toneladas métricas
en 2020, la disminución más pronunciada observada en el último siglo y un 7%
menos que en 2019.
Durante todo el encierro, las tecnologías digitales jugaron un papel
cada vez más visible en el mantenimiento de la sociedad al permitir la
interacción virtual para todo, desde el trabajo remoto hasta el aprendizaje en
línea, la telemedicina y el entretenimiento a pedido. Esto, a su vez, produjo
un impacto ambiental positivo en términos de reducción de viajes,
contaminación, desperdicio y mejor eficiencia.
Sin embargo, si bien las interacciones virtuales tienen una huella de
carbono mucho menor que viajar para reunirse en persona, lograr un mayor
impacto ambiental positivo dependerá de mejorar la eficiencia del intercambio
de datos. A medida que los volúmenes de datos continúan creciendo, mantener los
puntos de intercambio digital en el edge, donde los datos y el contenido se
pueden compartir de manera eficiente entre usuarios, nubes y socios, reduce los
recursos físicos (enrutadores de red, servidores, centros de datos, energía,
enfriamiento) necesarios para respaldar eso.
“Los centros de datos multiusuario (MTDC), como Platform Equinix®,
están bien posicionados para ofrecer eficiencias como estas mediante la
agregación de recursos de TI y mejores prácticas. Además, debido a las
economías de escala, los MTDC tienen una mejor capacidad para implementar
estrategias renovables que las empresas individuales. Como ejemplo, Equinix ha
logrado una reducción del 50% en las emisiones de carbono desde 2015, incluso
cuando nuestra huella global de centros de datos se ha duplicado, debido a
nuestra estrategia de compra de energías renovables” explica Steve Sasse,
Director de Equinix en Latinoamerica.
Además de permitir la interacción virtual, aquí hay cuatro formas adicionales
en las que el edge computing está ayudando a proteger la tierra:
1. Reducción de desperdicios
Las casas y edificios inteligentes utilizan sensores del Internet de
las cosas (IoT) en el edge para monitorear y adaptarse de manera inteligente a
las preferencias individuales y los patrones de uso de iluminación, clima y
más, ahorrando energía y reduciendo los desechos.
Estos sistemas se pueden integrar con aplicaciones de teléfonos
inteligentes, lo que permite a los usuarios apagar las luces o controlar la
temperatura de forma remota. Los robots combinados con inteligencia artificial
(IA) pueden clasificar los materiales de desecho con un alto grado de
precisión, acelerando la recuperación y el reciclaje al final de la vida útil
(EOL). Por ejemplo, ZenRobotics utiliza el reconocimiento visual de
inteligencia artificial para clasificar diferentes materiales de desecho que van
desde envases de plástico hasta desechos de construcción.
2. Avance en ciudades inteligentes y en la innovación energética
Las ciudades inteligentes aprovechan las tecnologías digitales en el
edge para mejorar los servicios y el bienestar de los ciudadanos, generalmente
con un impacto ambiental positivo. Por ejemplo, en un caso de uso de ciudad
inteligente de EE. UU., Pittsburgh, PA, pudo reducir los tiempos de espera en
las intersecciones en un 41% y las emisiones en un 21% al implementar una red
de semáforos conectados que registraron el tráfico y adaptaron la secuencia
para minimizar la congestión.
Las tecnologías digitales en el edge también están haciendo que la
energía sea más inteligente y eficiente, respaldando casos de uso como medidores
y redes inteligentes, microrredes y cogeneración de energía, detección de
fallas y gestión de tuberías. La digitalización permite que las empresas de
energía y servicios públicos administren la oferta y la demanda de manera más
eficiente, no sólo reduciendo el desperdicio de energía, sino también ayudando
a avanzar en la energía renovable y la neutralidad climática.
3. Respondiendo más rápido al daño ambiental
Los sensores, satélites y drones de IoT interconectados desempeñan un
papel fundamental para ayudar a las organizaciones a detectar y responder más
rápidamente al daño ambiental, ya sea la contaminación del aire por congestión
del tráfico, desastres naturales o fallas de infraestructura como fugas. Por
ejemplo, las fugas de metano de las tuberías de gas natural son una potente
fuente de emisiones y contaminación del aire. Para abordar este desafío, IBM
está desarrollando un sistema de detección de fugas de metano que aprovecha los
sensores de IoT de bajo costo sobre una red de malla autoorganizada para
encontrar y reparar fugas más rápidamente. [iii]
En otro ejemplo, la IA contextual aporta un nuevo nivel de precisión en
la gestión de desastres naturales como incendios forestales o la protección de
los recursos naturales y la vida silvestre. Los datos en tiempo real sobre las
condiciones de incendio de los drones se pueden combinar con pronósticos sobre
el viento, la humedad y la temperatura para ayudar a determinar dónde enviar al
personal de bomberos y cuándo y dónde se deben ordenar las evacuaciones.
Los sistemas inteligentes como Global Forest Watch, EarthRanger,
Connected Conservation y Global Fishing Watch proporcionan información en
tiempo real sobre los recursos naturales y las áreas protegidas en una
plataforma integrada. Al combinar datos de varios sensores con observaciones de
campo sobre incidentes dañinos (registro o caza furtiva) a medida que se
detectan, estas plataformas pueden identificar y predecir amenazas, lo que
permite una respuesta más rápida.
4. Revertir los efectos del cambio climático
Muchas iniciativas enfocadas en revertir los efectos del cambio
climático dependen del intercambio digital en el edge con ecosistemas de
socios. Por ejemplo, mover una ciudad entera hacia la energía limpia requeriría
la colaboración y el intercambio de datos entre el gobierno, los servicios
públicos, los proveedores de energía limpia, los ciudadanos y las empresas para
redes inteligentes bidireccionales. Del mismo modo, las iniciativas de
reforestación o repoblación forestal dependen de la inteligencia digital en el
edge para determinar las condiciones óptimas, la ubicación y el momento
necesarios para tener éxito.
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