Las pruebas Saber se realizaron a finales del 2020 de manera
presencial, después de que los estudiantes pasaran casi todo el año académico
en sus casas por el cierre de los colegios. Una de las principales conclusiones
que se evidencia de los más recientes resultados, es que en los últimos cuatro
años se ha presentado un bajón en los niveles de desempeño obtenidos por los
estudiantes; se evaluaron los puntajes en cuatro de las cinco competencias
genéricas que evalúa la prueba: Matemáticas, Lectura crítica, Ciencias
naturales, y Sociales. La cantidad de estudiantes que no lograron resultados
óptimos en las pruebas pasó de ser el 75,1% en 2016 a 81,8% en 2020.
La prueba fue realizada a 518.000 jóvenes matriculados en colegios
públicos y privados de todo el país. Sobre un puntaje máximo posible de 500
puntos, el promedio nacional fue de 250. Las investigadoras Luz Karime Abadía,
directora del Laboratorio de Economía de la Educación de la Javeriana; Silvia
Gómez Soler y Juanita Cifuentes González, profesoras de la misma institución,
concluyeron que si se mira en detalle, las brechas aumentaron.
Durante esta época existe un factor determinante para la educación: el
acceso a internet y a los equipos necesarios, pues hasta el momento solo el
4,7% de los estudiantes ha vuelto a clases con alternancia, es decir que
todavía hay un gran porcentaje de jóvenes que están estudiando virtualmente.
Por su parte, y de acuerdo con los resultados de las pruebas PISA 2018,
los países de América Latina participantes se encuentran por debajo del
promedio de la OCDE. De hecho, no tuvieron cambios significativos en sus
desempeños en matemáticas entre 2015 y 2018, lo cual indica que la enseñanza y
el aprendizaje de esta materia conllevan grandes retos, pues existe una brecha
notable entre América Latina y países asiáticos o europeos.
El punto es lograr identificar cómo se pueden mejorar esos resultados y
qué pueden hacer los estudiantes desde sus casas para darle un impulso a su
aprendizaje. Hoy en día, la tecnología es un gran aliado para la educación, la
visión que tiene Smartick es que la educación personalizada puede ser una
solución para mejorar el aprendizaje en América Latina. Es por eso que el
esfuerzo está centrado en que a través de la inteligencia artificial del método
Smartick, los ejercicios se adapten a cada joven con el fin de que este pueda
aprender desde su nivel y a su ritmo. Además de cerrar esa brecha y mejorar los
resultados en las pruebas, se trata de que los niños se sientan capaces y
aprendan las bases desde una enseñanza sólida que les permita triunfar
profesionalmente.
Usar este tipo de herramientas puede marcar la diferencia en los
próximos resultados de las pruebas Saber en Colombia, incluso en las pruebas
PISA que se realizarán en el 2022. La inteligencia artificial se adapta a las
necesidades y al nivel de cada niño y/o joven para que su aprendizaje sea
óptimo.
Los países en América Latina tienen un largo camino por recorrer para
mejorar la educación, lo importante es dar los pasos necesarios e implementar
nuevos métodos y maneras de aprender que favorezcan a los jóvenes.
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